El calentamiento global hará aumentar las temperaturas y, como consecuencia de ello, también el precio de nuestros platos. Tanto es así que, según la ong internacional Oxfam, el precio de los alimentos básicos aumentará de forma alarmante para el año 2030.
La mitad de este aumento será causado por el cambio climático, alerta Oxfam en su informe, en el que se llega a concretar ese aumento. Con respecto a 2010, el precio del maíz aumentaría en torno al 177 por ciento, un 120 por ciento el trigo y un 107 por ciento el arroz, afirman.
En un tono apocalíptico que, sin embargo, podría tener mucho de realista, el trabajo presentado dice textualmente: «La Tierra se está calentando, los precios se disparan», al tiempo que atribuye graves consecuencias a los cambios drásticos que se esperan. En concreto, el aumento de las lluvias interminables, así como el cambio de sus patrones, sequías extremas, olas de calor e inundaciones podrían provocar estragos en la agricultura, con el consiguiente e irreversible aumento de los precios.
La destrucción de cosechas enteras llevará a un incremento de los precios de forma explosiva y, lógicamente, los países menos desarrollados y las poblaciones más pobres serán los más afectados por este tipo de eventos, que serían similares al padecido este mismo verano en Estados Unidos.
De acuerdo con los cálculos de Oxfam, si en 2030 se producen sequías como la estadounidense, inundaciones en África o, pongamos por caso, sequías generalizadas en Asia, el precio del maíz, el trigo, el arroz y de otros cereales en general subiría por las nubes, entre el 120 y el 140 por ciento.
¿Solución? Exacto, lo has adivinado, no hay otro modo de parar esto que deteniendo el avance del cambio climático. De otro modo, el mundo rico tendrá que rascarse el bolsillo, pero para los más desfavorecidos significará, directamente, no poderse alimentar.