El dióxido sulfúrico (SO2) que emitieron los volcanes entre durante la primera década de este siglo hizo disminuir el calentamiento global, según un nuevo estudio.
En concreto, científicos estadounidenses de la Universidad de Boulder, Colorado y de la National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA) acaban de atribuir al SO2 -un gas comúnmente liberado durante las erupciones- procedente de los volcanes una capacidad de frenar el calentamiento global o, al menos, de consegiuir que su avance sea más lento. Pero que nadie se ilusione, porque los expertos también dicen que a pesar de que las emisiones han reducido el calentamiento global en la última década, a largo plazo no podrían combatirlo.
Calentamiento imparable
Los gases de efecto invernadero ganarían la partida, finalmente. Aunque no por ello la ciencia debe dejar de investigar este curioso efecto. Precisamente, los científicos que han participado en el estudio reivindican tener más en cuenta este fenómeno, según Brian Toon, uno de los autores:
La ciencia debe prestar más atención a las erupciones volcánicas, incluyendo a las pequeñas y moderadas, para así tratar de comprender los cambios en la Tierra. Pero ante todo, hay que dejar claro que tales erupciones no van a contrarrestar el efecto invernadero.
Toon explica también que las emisiones de estos gases volcánicos son variables, por lo que tanto pueden enfriar como calentar el planeta, de forma indistinta, alterna. Por contra, las emisiones de gases de efecto invernadero sólo aumentan, sumándose de forma irreversible, por lo que de nosotros depende que éstas se reduzcan. De no disminuir, el calentamiento global irá aumentando de forma paralela.
El estudio contradice un estudio anterior que atribuía tal reducción a las emisiones de SO2 industrial de India y China, principalmente, que aumentaron su emisión en el mismo periodo.