Los ecosistemas marinos se están viendo afectados seriamente por varios problemas. Y uno de ellos es la pérdida de oxígeno que se está produciendo en los océanos como consecuencia del calentamiento global, que se está convirtiendo en una más que seria amenaza para los ecosistemas del planeta. Y es que, además, estos hábitats ya están sintiendo el estrés del cambio climático y de la acidificación.
El peligro
La alerta se ha producido a raíz del informe realizado por la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza en el que se pone de manifiesto el riesgo en el que se encuentran los ecosistemas, las pesquerías y la vida marina.
Una amenaza que, además, está creciendo a raíz de la pérdida de oxígeno a nivel global en los océanos y que está provocada por el cambio climático y la contaminación de los nutrientes.
Es una situación que, sobre todo, afecta a especies como los atunes, el pez espada y los tiburones. Y esto a su vez tiene consecuencias, que también podrían ir en aumento, en la actividad de las pesquerías y en las comunidades costeras más vulnerables.
La situación
La pérdida de oxígeno en los océanos está haciendo que el equilibro de la vida marina se esté descontrolando. Además, el informe también constata el aumento y la expansión de las regiones del océano con bajas concentraciones de oxígeno.
En concreto, se calcula que hay alrededor de 700 enclaves en el mundo afectadas por esta situación frente a las 45 que se habían detectado en los años 60. En este mismo período, se ha observado a su vez que el volumen de aguas que carecen por completo de oxígeno en el océano se ha cuadruplicado.
Además, se aprecia que estas áreas con pérdida de oxígeno se han extendido a lo largo de amplias zonas del océano abierto. Y, para evitar todo este problema, es necesario detener esa pérdida junto con otros impactos nefastos del cambio climático.
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