La temperatura del clima cambia y afecta a los animales. Según una investigación de la Universidad Nacional del Sur desarrollada en el Centro de Recursos Renovables de la Zona Semiárida (CERZOS) de Argentina, las hormigas negras modifican su forma de vida con el aumento del calor, ya que caminan más rápido y aumentan la cantidad de comida que recogen. La hormiga negra es una especie autóctona de Argentina, muy común en Estados Unidos y considerada una plaga en muchos lugares.
Según el citado estudio, con el aumento de la temperatura, estas hormigas se desplazan un 33 % más rápido y comen un 27 % más, según ha señalado el doctor en Biología Rodrigo Tizón, docente de centro educativo que desarrolla la investigación para el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas (CONICET).
Esta especie de hormiga pertenece al grupo de las llamadas cortadoras o podadoras, ya que cuenta con fuertes mandíbulas con las que ataca la mayor parte de las plantas de cultivo, según la investigación. Los investigadores argentinos sostienen que, si el calentamiento global sigue aumentando como hasta ahora, la hormiga negra podría destruir muchos cultivos, así como jardines.
El doctor Tizón señaló que, si se mueven más rápido y comen más, es obvio que se extenderán. Ya son una plaga, pero, en unos años, podrían ser aún más dañinas. Cuando ruge la marabunta. Por tanto, ante los requerimientos biológicos y ecológicos de este tipo de especies, hay que estar muy alerta y generar planes de gestión de plagas cuando se presenten, ha agregado el científico.
Los investigadores sostienen que los insectos son más vulnerables al calentamiento debido a su condición de ectotermos (su temperatura corporal depende del ambiente externo en vez del interior de su cuerpo), con lo que su metabolismo y funciones como el crecimiento y la reproducción varían con la temperatura.
Las hormigas que cazan, recolectan y cosechan fueron declaradas plaga en Argentina y, especialmente, la negra, la más extendida del país, registrándose más actividad en primavera y en los primeros días del otoño. En verano trabaja de noche y en invierno detiene su actividad.