Los cedros del Líbano en peligro por el cambio climático


La de arriba es la bandera del Líbano. Como podéis ver, hay un árbol. Se trata de un cedro, un símbolo para el país. Este árbol podría extinguirse en el país debido al cambio climático.

Los cedros han sido usados en la región desde la Antigüedad. Los fenicios los usaban para construir sus barcos y los antiguos egipcios utilizaban su resina para el proceso de momificación. Esta emblemática especie, el cedro del Líbano (Cedrus libani), se enfrentan a una terrible amenaza: el cambio climático.

Siglos de deforestación han reducido las 500.000 hectáreas cubiertas por cedros a las 2.000 hectáreas de la actualidad. La especie forma parte de la Lista Roja de la UICN de especies amenazadas, aunque en un nivel bajo de amenaza.

Los cedros pueden llegar a tener hasta 3.000 años de antigüedad. Los más viejos están protegidos, de hecho. Sólo se necesita una mínima cantidad de nieve y lluvia para que sobrevivan. Pero el calentamiento global produce en el Líbano inviernos más cortos y menos nieve. El Gobierno libanés cree que la capa de nieve podría reducirse en un 40% para 2040.


Nabil Nemer, jefe del departamento de ciencias agrícolas en la Universidad de Santo Espíritu del Líbano, señala que la falta de nieve no es el único problema relacionado con el cambio climático. Los insectos, debido a las condiciones climáticas cambiantes, se vuelven más activos y su ritmo de desarrollo es más rápido, una situación que puede debilitar al árbol haciéndolo más susceptibles a enfermedades o a otros insectos. Uno de estos insectos, el Cephalcia tannourinensis que, debido al período de poca nieve y baja humedad en verano, está proliferando, está devastando las poblaciones de cedro.

La lucha para preservar los cedros en el Líbano no es fácil. Aunque el Gobierno libanés está preocupado por la amenaza al símbolo nacional, no hace lo suficiente para detener la deforestación.

Hay muchos proyectos de reforestación llevadas a cabo por las organizaciones no gubernamentales y financiadas por organismos internacionales, que se están llevando a cabo, pero no es suficiente. Desde 2009, por ejemplo, Starbucks y la Asociación para el Desarrollo y Conservación de Bosques se han asociado para plantar varios miles de cedros del Líbano en las zonas afectadas por los incendios forestales.

También hay un proyecto de fumigación masiva contra el insecto, un esfuerzo conjunto entre la Universidad Americana de Beirut y los Ministerios de Agricultura y Medio Ambiente.

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