Hay toneladas de metano bajo el hielo ártico. El permafrost de la región se derrite y libera este potente gas de efecto invernadero (mucho más potente que el dióxido de carbono), lo que, según los científicos, puede desestabilizar el clima global y provocar enormes costes para la economía mundial en las próximas décadas. Así lo asegura un artículo en la revista Nature.
La fusión del hielo marino en el Ártico nunca ha sido tan rápida como ahora. Sólo en la conocida como The East Siberian Arctic Shelf (ESAS), una plataforma de hielo en Siberia se calcula que hay 50 gigatoneladas (Gt) de hidratos de gas metano, que podrían ser liberadas lentamente los próximos cincuenta años. Sería una catástrofe.
Esta emisión de metano, junto a la pérdida de hielo marino en el Ártico, aceleraría la retirada del hielo marino, reduciría la reflexión de la energía solar y aceleraría la subida del nivel del mar (además, la fusión de la capa de hielo de Groenlandia también se aceleraría). Un efecto dominó terrible.
En los últimos años, comenzamos a ver los efectos de esta alteración del clima global, como olas de calor y sequías sin precedentes en Estados Unidos y Rusia y tormentas de nieve y el frío en el norte de Europa, que han perjudicado a las cosechas y afectado a la producción mundial de alimentos. No es sólo un problema climático. Es un problema social.
Peor de lo que predicen los científicos
Según el artículo publicado en Nature, si se liberan esas 50 gigatoneladas de metano en la Siberia Oriental, en 15 o 35 años el aumento de la temperatura media mundial superará ese punto de inflexión de 2 ºC respecto a los niveles preindustriales. Si llegamos a esa situación, se tendrán que gastar 60.000 millones de dólares más para combatir las consecuencias del cambio climático, casi el mismo valor que todo el PIB de la economía global.
Lo cierto es que los grupos de presión escépticos del cambio climático acusan a los científicos de catastrofistas, cuando, en realidad, los modelos actuales no tienen en cuenta el efecto de retroalimentación que amplificará los efectos del calentamiento global. Por tanto, será mucho peor de lo que predicen.
¿Por qué habrá tanta negación respecto a este asunto (así como de tantos otros relacionados con el camino hacia la catástrofe que llevamos)? Yo deduzco que en gran parte se debe a lo idiotizados que estamos los ciudadanos por la televisión.