Nuevos y originales métodos para combatir el calentamiento global. Para echarse a temblar. El camino es dejar de usar, paulatinamente, el petróleo. Lo demás son excusas, parches. Un ingeniero del Reino Unido ha sugerido que se construyan torres para blanquear las nubes en las Islas Feroe como una solución técnica para el calentamiento en el Ártico.
Científicos del mismo país han avisado a sus parlamentarios de que es posible que, si se derrite el hielo del Ártico, se libere metano. Si la cantidad es suficientemente elevada, la situación puede convertirse una «emergencia planetaria». Las peores previsiones señalan que, en pocos años, el hielo marino del Ártico podría desaparecer durante los meses de septiembre.
El pionero de energía undimotriz, la generada por el movimiento de las olas, Stephen Salter, ha demostrado que el bombeo de agua de mar hacia la atmósfera podría enfriar el planeta. Este académico de la Universidad de Edimburgo había sugerido anteriormente blanquear las nubes utilizando buques construidos especialmente para ello.
Pero, en una reunión celebrada en el Parlamento británico, el profesor Salter dijo que la situación en el Ártico es tan grave que los buques podrían tardar demasiado tiempo. Así, apuesta por un poco de tierra, aire limpio y la distancia correcta hacia el norte, donde se pueda enfriar el agua que fluye en el Ártico.
Las localidades favorecidas serían las Islas Feroe y las islas del estrecho de Bering. Esos lugares serían los idóneos para construir las torres, versiones simplificadas de los buques.
La idea es que, en verano, el agua de mar se bombee hasta la parte superior utilizando algún tipo de energía renovable, de modo que saldría por unas boquillas que se están desarrollando en la Universidad de Edimburgo y que producen unas gotas muy pequeñas.
En una primera idea, propuesta por el físico estadounidense John Latham, las finas gotas de agua de mar funcionarían como núcleos alrededor de los cuales el vapor de agua podría condensarse. Esto haría que las gotas de las nubes fueran más pequeñas, se verían más blancas y devolverían la energía solar hacia el espacio, enfriando a la Tierra.
El área de océano Ártico que queda cubierta de hielo cada verano se ha reducido significativamente en las últimas décadas, ya que las temperaturas del aire y del mar han aumentado. La superficie helada en otras épocas del año también se ha ido reduciendo.
En 2007, el agua frente al norte de Siberia se calentó aproximadamente 5 ºC en verano, y esto se extiende hasta el fondo del mar, lo que derrite el permafrost de alta mar, según señala Peter Wadhams, profesor de física oceánica de la Universidad de Cambridge.
El gran problema que esto plantea es que la falta de hielo acelerará la liberación del metano que está atrapado actualmente en el fondo del mar. El metano es un gas de efecto invernadero mucho más potente que el dióxido de carbono, aunque dura menos tiempo en la atmósfera.
Varios equipos de científicos tratan de medir la cantidad de metano que realmente está emitiendo. Han visto grandes burbujas salir del agua. Se espera que la emisión de metano aumente con el tiempo y que el calentamiento en el Ártico sea de 9 o 10 ºC.
Esto a su vez aumentaría el calentamiento en el resto del mundo.
Estoy totalmente de acuerdo con el articulista: la solución es abandonar el uso del petróleo como matriz energética. Tampoco se me escapa que es algo complicado y los muchos/poderosos intereses involucrados, pero DEBE hacerse cuánto antes. La única entidad humana que puede encabezar este asunto complejo y pleno de complicaciones internacionales es la ONU… todos los remedos que se inventen o se intenten desarrollar a lo sumo retardarán la solución del problema: NO al petróleo.