El paisaje helado, blanco, extremo, uniforme, solitario de la Antártida es perfecto para infundir terror. El peor terror de todos, el psicológico. En verano, los días son interminables. En invierno, son las noches las que no acaban nunca. Con temperaturas de hasta 50 ºC bajo cero y una oscuridad total. ¿Qué hacer para pasar el tiempo?
Los científicos que viven allí durante meses tienen que inventar aficiones, juegos, cualquier modo de entretenimiento. Hasta que un día, sólo por unos minutos, la larga noche antártica termina y clarea el día. Se pueden organizar carreras por la nieve o jugar a juegos de mesa en las bases científicas. Pero también se puede rodar una película. Por supuesto, con ese paisaje, tiene que ser de terror.
South of Sanity (Al sur de la cordura) es el título de la película que ha rodado el instructor de escalada y documentalista escocés Kirk Watson con las interpretaciones estelares de los miembros del equipo científico inglés que vive en el continente helado, el British Antarctic Survey, BAS. El argumento fue escrito por Matt Edwards, un médico, y cuenta la persecución de los catorce miembros de una estación antártica por parte de un asesino en serie. ¿Un asesino en serie en la Antártida? Esta vez no será el mayordomo. ¿Será el oso polar, el pingüino…?
La película se desarrolla siguiendo los cánones del género: los científicos van muriendo uno por uno, eliminados por un psicópata al que no se le va la cara. Los catorce (¿y el asesino?) actores que aparecen en la película son los biólogos, geólogos y mecánicos del equipo científico británico. Los escenarios son las estructuras móviles que les sirven de viviendas y laboratorios.
Los derechos de la película han sido adquiridos por una productora estadounidense, que la estrenará el próximo 31 de octubre. Si triunfó El proyecto de la bruja de Blair, por qué no lo puede hacer esta historia de terror que seguro dejará helado al espectador.