El cambio climático aumenta el promedio de la temperatura global, eso es un hecho, del mismo modo que acrecienta la actividad de los eventos extremos. Entre otros, las olas de calor, mucho más intensas y de larga duración, y que en ocasiones provocan incendios forestales.
A diferencia de los incendios de antes, ahora llevan el sello de la virulencia, y de producirse también cerca de las poblaciones. Son algunas de las peculiariedades de los incendios que se asocian al cambio climático, pero la ciencia podría estar exagerando la nota al respecto.
Acertar con los pronósticos
Así es, al menos, según un nuevo estudio, cuya conclusión apunta a una infravaloración de las causas humanas como posibles factores responsables de los incendios forestales.
Llevado a cabo por la Universidad George Washington, en Estados Unidos, el estudio se ha centrado en incendios forestales ocurridos en California y alerta sobre la sistemática omisión del impacto humano sobre incendios forestales cuando se realizan modelos de predicciones de incendios forestales.
Las amenazas que supone el comportamiento humano (causas antropogénicas) deben separarse de las que se atribuyen al calentamiento global, pues de otro modo los resultados no ayudarán a hacer predicciones sobre la cantidad de terreno que podría quemarse en los próximos años.
El resultado de este error habitual se traduce, por lo tanto, en una exageración del impacto del cambio climático. Por lo tanto, de cara a elaborar modelos futuros, se deberían restar las variables humanas. Solo así será posible ofrecer información fiable a la hora de determinar la mayor o menor probabilidad de incendios forestales.
Sin dejar de ser cierto que el clima y los incendios forestales están fuertemente relacionados, esta afirmación debe afinarse cuando se realizan estudios en lugares concretos. De ello dependerá la buena toma de decisiones para evitar más riesgos de los necesarios.