La FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) y la Comisión Europea han anunciado un nuevo proyecto de 5,3 millones de euros para ayudar a Malawi, Vietnam y Zambia en su transición hacia una agricultura climáticamente inteligente. La agricultura es un sector muy vulnerable a los efectos del cambio climático y las comunidades que viven de ella pueden perder sus medios de subsistencia y seguridad alimentaria si no actúan adecuadamente.
La «agricultura climáticamente inteligente» es un modelo que considera al sector agrícola como partte de la solución a los desafíos que presenta el cambio climático. Significa hacer cambios en los sistemas agrícolas para alcanzar algunos objetivos, como mejorar su contribución a la lucha contra el hambre y la pobreza, hacerlos más resistentes ante el cambio climático, reducir las emisiones e incrementar el potencial de la agricultura para capturar carbono.
Hay que poner en práctica esta agricultura climáticamente inteligente junto con los campesinos y sus comunidades, según ha señalado el directord general adjunto de la FAO, a cargo del Departamento de Desarrollo Económico y Social, Hafez Ghanem. No hay una solución única. Las mejores prácticas dependen de las condiciones locales, geográficas, climatológicas y de los recursos naturales que haya en cada región.
Este proyecto se centrará especialmente en tres países, identificando las dificultades y oportunidades para la agricultura climáticamente inteligente y produciendo planes estratégicos a medida para la realidad propia de cada uno de ellos. No todas las soluciones serán aplicables de forma universal, pero se puede aprender mucho para establecer medidas similares y empezar a cambiar la agricultura.
La FAO trabajará en colaboración con los ministerios de Agricultura y otros de los países asociados, y colaborarán tanto organizaciones locales como internacionales. El proyecto tendrá una duración de tres años.
En el ámbito local, son esenciales estas acciones tempranas para adaptarse al cambio climático. Pero ojalá vayan acompañadas de un acuerdo internacional para reducir las emisiones.