Las emisiones de CO2 procedentes de las empresas son una de las principales causas de contaminación. Y, aunque se introducen medidas de eficiencia y menos contaminantes, lo cierto es que todavía queda mucho por hacer, a pesar de los datos de 2018. En concreto, en España, en este período, se produjo un descenso de las emisiones de dióxido de carbono del 6,3%.
El descenso
Los datos dados a conocer por el Ministerio para la Transición Ecológica ponen de manifiesto un descenso, del 6,3%, en las emisiones de CO2 de los sectores sujetos al régimen de comercio de derechos de emisión en España. Es decir, la industria y la electricidad, afectando a más de 800 instalaciones fijas y a alrededor de 30 operadores aéreos activos.
Teniendo en cuenta este descenso, se emitieron en España un total de 127,3 millones de toneladas de CO2 el año pasado. Principalmente, fue el sector de la generación eléctrica el que registró la mayor bajada de las emisiones de dióxido de carbono con un 15% que, en gran parte, se vio impulsado por las abundantes lluvias que propiciaron un incremento de la generación de electricidad procedente de fuentes hidráulicas.
Este dato, a pesar de esa coyuntura climática favorable, es positivo, sobre todo, si se tiene en cuenta que las emisiones en la generación eléctrica subieron un 18,8% en 2017. Un incremento que, a su vez, estuvo propiciado por la escasez de lluvias y la sequía, reduciendo en consecuencia la aportación de electricidad procedente de la hidráulica.
Qué sucede en la industria
Esta tendencia positiva en la generación de electricidad ha dado como resultado que en industria y energía se haya conseguido este descenso del 6,3%, ya que en el tejido industrial no se ha producido una bajada de las emisiones de CO2. Todo lo contrario, se produjo un aumento el año pasado del 2%. Además, significativo es el crecimiento en la aviación con un 9%.
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