El desarrollo de la uva es muy sensible a los cambios de temperatura. Así, regiones históricamente vitivinícolas, debido al calentamiento global, pueden comenzar a tener problemas para producir uva de calidad, mientras que otras zonas consideradas demasiado frías hasta ahora, pueden ser, en unos años, las que den los mejores vinos.
En el caso de Estados Unidos, la ahora exitosa región de Oregón, puede acabar siendo demasiado calurosa para cultivar vino apropiadamente. Pero los viticultores sólo tendrán que emigrar al norte, el estado de Washington, donde se darán las condiciones meteorológicas perfectas para el cultivo de la vid.
Además, la producción de vino podría disminuir en un 50% si continúa el cambio climático al ritmo actual, según un estudio elaborado por científicos de la Universidad de Stanford.
Según este estudio, y si el cambio climático no se mitiga de aquí a entonces, todo ello ocurrirá dentro de treinta años. Hay que tener en cuenta que un buen vino no se consigue de la noche a la mañana. En otras palabras, los que quieran elaborar un vino de calidad dentro de unos años, quizá debieran comenzar a plantar vides más al norte ahora. Una vez que la vid ha madurado y se ha estabilizado en el terreno plantado, la producción es buena y de calidad por mucho tiempo.
En Estados Unidos, los vinos de más calidad y los más caros se elaboran en los condados de Napa y Santa Bárbara, ambos en California, y también en el condado de Yamhill, en el valle de Oregón y en el condado de Walla Walla, en el valle de Washington. El estudio se centró en estas regiones, todas ellas regiones templadas apropiadas para el cultivo de la vid.
En el valle de Napa, California, famoso por variedades de uva como pinot noir, cabernet y otras ha sufrido épocas con un crecimiento de la temperatura media de unos 20º C en menos de treinta días. Además, la temperatura media general en la región podría aumentar hasta en 2º C. Esto puede suponer que la mitad de la tierra de esa zona no será buena para cultivar uvas y elaborar vino.
Según el Instituto del Vino, California produce el 90% de la producción estadounidense de vino. Sólo si se consigue que el aumento de la temperatura sea de 1º C podrían salvarse los viñedos californianos.