El impacto del cambio climático está dejándose sentir de muy distintas formas. Tormentas, olas de calor más frecuentes y largas, sequías crónicas, incendios especialmente virulentos, lluvias torrenciales, inundaciones, deshielo, aumento del nivel del mar…
Sus nefastos efectos se conocen, pero saber cuándo, dónde y con qué intensidad afectarán es prácticamente imposible. No en vano, la sorpresa es una de las características que define a los eventos extremos. Sin embargo, los pronósticos juegan con ventaja cuando se trata de dibujar el mapa de las ciudades que quedarán sumergidas bajo las aguas.
Más de 280 millones de personas amenazadas
Según un estudio del instituto de investigación Climate Central, muchas de las ciudades costeras sufrirán inundaciones parciales. Al margen de lo que se decida en la próxima reunión del clima, prevista del 30 de noviembre al 11 de diciembre, para ellas la suerte está echada.
Al margen de que la COP21 sea un éxito o un fracaso, su destino está escrito, señala el estudio. Limitar el calentamiento a 2 grados centígrados no evitará que acaben parcialmente sepultadas bajo las aguas.
Por otro lado, si las emisiones continúan al actual ritmo se producirá un calentamiento de 4 grados centígrados y, el nivel del mar ganará cerca de 9 metros. Lo hará de forma desigual, pues su impacto variará en las diferentes ciudades, pues la elevación del nivel del mar será desigual en las distintas regiones.
Grandes ciudades como Hong Kong, Bombay, Sanghai, Río, Londres o Sidney, entre otras muchas, verán cómo el agua sepultará buena parte de su superficie, lo que supone una amenaza para más de 280 millones de personas.
El estudio se basa en datos satelitales de los niveles del océano, pero no tiene en cuenta los posibles cambios arquitectónicos de contención del agua ni variaciones demográficas. Los autores del trabajo señalan que si bien en la mayoría de los casos el aumento del nivel del mar es de unos centímetros por siglo, en los deltas y zonas urbanas la situación se agrava por carecer de un sedimento protector.
El hombre es el causante de toda esa catástrofe que se avecinan ya que el ansia de enriquecimiento no le permite ver cuan peligroso es el uso excesivo de los combustibles fosile
ya es tiempo de que el hombre busque otra alternativa para disminuir el consumo de petroleo.
Hola Jose,
Ese ansia de enriquecimiento es nuestra perdición, también opino como tú. Un saludo y gracias por comentar : )