Venecia y el cambio climático no se llevan demasiado bien. Básicamente, porque solo hay espacio para uno de los dos. Enemigos naturales enzarzados en una guerra que ya está sentenciada. Según un nuevo trabajo sobre el cambio climático realizado por la Agencia Nacional Italiana para las Nuevas Tecnología, la Energía y el Desarrollo Económico Sostenible (ENEA), la ciudad de los canales será inundada por completo a principios del próximos siglo.
Lo cierto es que Venecia lleva siglos luchando contra el agua, puesto que el fenómeno de las mareas altas es una amenaza constante. Pero esta vez no se trata de un pulso, sino de su final, advierte el estudio (goo.gl/ys992T), según el cual se espera un aumento de 140 centímetros del nivel del mar en el Mediterráneo en el próximo siglo.
Todavía puede evitarse
Este aumento del nivel del mar significará la inundación de alrededor de 300 kilómetos de costa en tre el norte del Adriático y el oeste de Italia, por lo que impepinablemente la ciudad veneciana quedaría sepultada bajo las aguas.
El pronóstico presupone que el cambio climático sigue avanzando como está haciéndolo hasta ahora, así como las medidas de contención actuales, por lo que podría no cumplirse si se actúa de forma urgente y eficaz tanto para idear e implementar métodos de defensa como a la hora de combatir el cambio climático.
La primera premisa depende de la voluntad política para invertir en investigación, así como de la posibilidad de implementar los posibles inventos. Igualmente, otras ciudades o países que están en situaciones similares, como Holanda, podrían avanzar en este sentido, quizá conjuntamente, pues el deshielo provoca una subida del nivel del mar caótica para muchas zonas costeras.
Por último, el hecho de depender de la acción global para conseguir resultados en el segundo de los requisitos, resulta desalentador. A no ser que el mundo se ponga las pilas verdes cuanto antes, detener el cambio climático seguirá siendo una utopía.