La fotografía que encabeza este artículo, realizada por Kerstin Langenberger, nos muestra los efectos macabros del cambio climático en las carnes de una osa polar que agoniza sin que nadie pueda hacer nada para evitarlo. Esta fotógrafa especializada en especies árticas capturó la instantánea en las islas Svarlbard, que para más señas están situadas entre Noruega y el Polo Norte.
Un reflejo de lo que está pasando
No tardó en colgarla en las redes sociales causando un gran revuelo, hasta tal punto que ya ha sido compartida por más de 25.000 personas y acumula más de 50.000 visualizaciones.
Es alarmante ver lo que está sucediendo, y gracias a imágenes como esta podemos darnos cuenta de que el cambio climático no es una farsa. Ella misma lo ha querido reflejar en el comentario que acompaña la foto en Facebook:
Sí, he visto osos en buen estado, pero también he visto especies muertas o desnutridas. Osos que andan por las orillas buscando comida, intentando cazar alces, comiendo huevos de aves, musgo y algas, y me doy cuenta de que los osos nutridos son casi siempre machos.
Cada vez hay menos hembras capaces de dar a luz. No tienen fuerzas para sobrevivir porque el deshielo les obliga a estar en la tierra, donde apenas hay comida. Durante el primer año suelen perder a uno de los cachorros y durante el segundo pierden al último.
Langenverger concluye con unas palabras muy razonables que deberían hacer reflexionar a más de un político:
No tengo datos científicos para probar mis observaciones, pero tengo ojos para ver y un cerebro para extraer conclusiones. El cambio climático está afectando mucho aquí en el Ártico.