Ya es sabido que los suelos globales contienen entre dos y tres veces más de carbono que la atmósfera y que las temperaturas más altas aceleran la descomposición. Un proceso que contribuye a reducir la cantidad de tiempo que el carbono permanece en el suelo. Ahora, un nuevo estudio ha puesto de manifiesto que el calentamiento global de dos grados Celsius sobre niveles preindustriales supondría la liberación de alrededor de 230.000 millones de toneladas de carbono del suelo del mundo.
La investigación
Este estudio ha sido realizado por miembros de la Universidad de Exeter. Y sus conclusiones son claras. La investigación ha revelado la sensibilidad de la rotación de carbono del suelo al calentamiento global.
El estudio refleja que con un calentamiento de dos grados Celsius se liberarían alrededor de 230.000 millones de toneladas de carbono. Una cifra que es más de cuatro veces las emisiones totales de China y más del doble de las emisiones de los EEUU durante los últimos 100 años.
Además, el estudio reduce a la mitad la incertidumbre en este ámbito en las proyecciones futuras del cambio climático. Los modelos más avanzados apuntan una incertidumbre de unos 120.000 millones de toneladas de carbono con dos grados de calentamiento global medio mientras que, en este caso, se reduce la incertidumbre a unos 50.000 millones de toleradas de carbono.
Con estas conclusiones, se descartan las proyecciones más extremas. Sin embargo, sí es cierto que sugiere pérdidas sustanciales de carbono en el suelo por el cambio climático con tan solo ese aumento de temperatura de dos grados centígrados en las que no se tiene en cuenta las pérdidas de carbono del permafrost más profundo.
Estas conclusiones se han extraído utilizando una nueva combinación de datos de observación y modelos del sistema terrestre, que simulan tanto el clima como el ciclo del carbono. Además, posteriormente, se hicieron predicciones del cambio climático.
Avance
El estudio supone un importante avance porque se ha logrado reducir la incertidumbre en esta respuesta al cambio climático, que los investigadores consideran clave para poder calcular un presupuesto global de carbono preciso y cumplir los objetivos del Acuerdo de París.
Artículos relacionados:
– Nuevo motor de combustión interna que no emite CO2
– Las turberas de hemisferio Norte contienen el doble de CO2