En Hungría, algunas de las aves que emigran cada año en invierno, este año no lo han hecho. Así lo han constatado los ornitólogos de aquel país. Además, parecen desorientadas. Como si pensaran, yo no debería estar aquí, pero, si no hace frío, ¿para qué me voy a ir? Habitualmente, algunas aves, como las grullas, realizan un viaje buscando climas más cálidos, trasladándose, principalmente, al continente africano.
El invierno pasado se quedaron unos mil pájaros, cuenta el ornitólogo Bela Tokody, mientras que este año, en la cuenca de los Cárpatos, se han quedado tres mil. A las aves ya no les renta un viaje tan largo cuando en Hungría hace un frío soportable. Aunque los científicos aún investigan el porqué de la actitud de estos pájaros, ya se apunta a que el culpable es el calentamiento global causado por el cambio climático.