Un estudio de la Universidad de Málaga trata de predecir la calidad del cava en función a las oscilaciones atmosféricas. Los resultados han sido publicados en la revista internacional Biometeorology. El trabajo demuestra la relación entre el sabor del cava y el fenómeno climático conocido como Oscilación del Atlántico Norte (NAO).
La calidad del cava está relacionada por los procesos de fermentación, envejecimiento y embotellado. Todos ellos afectan de algún modo a los diferentes aromas y cantidad de azúcar que hay en la uva, según explica José Carlos Báez, investigador del Centro Oceanográfico de Málaga del Instituto Español de Oceanografía (IEO) y coautor del trabajo. Estas cualidades, en una misma zona de producción, dependerán, a su vez, de las condiciones ambientales a las que esté sometida la planta.
La Oscilación del Atlántico Norte, un fenómeno conocido también por sus siglas NAO (North Atlantic Oscillation), desempeña un papel esencial en las fluctuaciones de las condiciones climáticas del hemisferio norte. El componente atmosférico de la NAO hace referencia a una variación en la prevalencia entre el anticiclón de las Azores y la región de bajas presiones cerca de Islandia, oscilando de un mes a otro la influencia del anticiclón. La NAO es la mayor fuente de variabilidad, tanto estacional como interanual, de la circulación atmosférica en el Atlántico Norte, especialmente en invierno, que es más pronunciada.
Parte del océano y los mares adyacentes responden rápida y localmente a la NAO variando la temperatura superficial del mar, la profundidad de la capa de mezcla, el contenido de calor del océano, el grosor de la cubierta del hielo marino y la circulación de las corrientes superficiales. La NAO también afecta a la intensidad y dirección de los vientos predominantes.
Por tanto, el fenómeno repercute directamente en el clima de Europa, existiendo una fuerte relación entre la NAO y las condiciones meteorológicas durante el invierno. Los autores del trabajo han encontrado que la NAO, como índice climático, se encuentra negativamente correlacionada con la probabilidad de obtener una añada de alta calidad en la producción de cava de un determinado año. Así, a partir de ahora, se podrá predecir cuándo será un año de alta calidad en la producción de cava, así como poder indagar en los efectos y variaciones que un cambio en el clima produce en la calidad de la bebida.