Una mayor presencia del dióxido de carbono en la atmósfera es un falso amigo del cultivo del trigo. Si por un lado se estimula la fotosíntesis y el crecimiento de las plantas, también exige una absorción de nutrientes mayor que, al no poder cumplirse, finalmente derivará en una disminución de su calidad nutricional.
Tal ha sido el hallazgo de un estudio llevado a cabo por la Universidad de Gotemburgo, en Suecia, cuyas conclusiones alertan sobre los dañinos efectos del cambio climático en la agricultura, concretamente en un alimento de primer orden mundial como es el trigo.
Según el trabajo, el trigo ha ido perdiendo proteínas a medida que el cambio climático ha ido avanzando. Es decir, conforme los niveles de dióxido de carbono aumentan, su calidad nutricional desciende por el motivo antes señalado.
También afecta a la cocción
Además de disminuir el contenido de proteínas y, en general, a la calidad nutricional del trigo, éste también verá afectadas sus propiedades de cocción.
Otra de las conclusiones principales del estudio se refiere a la imposibilidad de mejorar la situación con mayor fertlización. Así lo explica Håkan Pleijel, uno de los investigadores:
Nuestros resultados indican que la reducción de nitrógeno y del contenido de proteína como resultado de niveles elevados de dióxido de carbono es una respuesta general en los cultivos, y no puede ser contrarrestado simplemente a través de fertilización creciente
Lógicamente, ante estos resultados, considerando además que el trigo es un alimento universal, el estudio alerta de una posible amenaza de la seguridad alimentaria a nivel mundial, y el efecto también se observa en otros cultivos. Igualmente, se teme por el rápido aumento de los niveles globales de dióxido de carbono en la atmósfera. El estudio ha sido publicado en la revista Global Change Biology.