Siguen publicándose estudios que demuestran cómo afecta el cambio climático a la agricultura. En este caso, un nuevo estudio afirma que, durante las tres últimas décadas, la producción mundial de trigo ha disminuido en un 5,5%. El trabajo ha analizado cómo las variaciones de temperatura y precipitaciones han afectado a cuatro de los principales cultivos de alimentos: el trigo, el arroz, el maíz y la soja.
Según la investigación, publicada en la edición digital de Science, en algunos países, las tendencias climáticas son lo suficientemente potentes como para compensar los beneficios de otros factores como pueda ser la mejora en tecnología.
El estudio ha sido realizado por un equipo científico de la Universidad de Standford (Estados Unidos). Según explica David Lobell, jefe del equipo investigador, eligieron estos cultivos porque suponen la mayoría de las calorías que consume la gente cada día. O, en otras palabras, la base de la dieta alimenticia casi en cualquier parte del mundo y sociedad.
Los grandes territorios agrícolas (como son Europa, China o Brasil) han experimentado cambios en su climatología que han afectado a sus cosechas. La excepción es Estados Unidos, donde, en los últimos treinta años, casi no se ha producido ninguna diferencia suficientemente grande como para afectar a los cultivos.
En cuanto a las lluvias, en algunas zonas del mundo son más abundantes, mientras que en otras llueve menos que hace años. Así, el estudio concluye que la tendencia no puede considerarse que afecta del mismo modo a todo el planeta.
De los cuatro cultivos analizados, el maíz y el trigo son los más afectados por el cambio climático. En el caso del trigo, por ejemplo, el calentamiento global de un grado centígrado supone una pérdida de producción de un 5%. Lobell ha señalado que el estudio no es extrapolable al futuro: cada época tiene sus propios factores y no son comparables.
En definitiva, de media, la producción de trigo en todo el mundo sería un 5% superior si no hubiera existido el calentamiento global desde 1980. Con el maíz, ocurre algo similar. Sin embargo, en el caso del arroz y la soja, la producción es la misma que si el clima no hubiera presentado ninguna modificación.