La situación en la Antártida es una de las principales preocupaciones por los efectos que está teniendo el cambio climático. Sin embargo, cabe albergar algo de esperanza a raíz de un nuevo estudio que pone de manifiesto que, precisamente, los muros de hielo antárticos actúan como protectores del clima, siendo además decisivos esta función.
El estudio
Un estudio realizado por un grupo de investigadores internacionales ha puesto de manifiesto que las paredes de hielo de los glaciares antárticos son claves para el clima. La razón no es otra más que mitigan el efecto del aumento de la temperatura del océano y el derretimiento del hielo de los glaciares.
Esta es una de las conclusiones principales que se extrae del estudio que se ha realizado en el océano alrededor del glaciar de Getz y su barrera de hielo en la Antártida Occidental.
El estudio explica que el océano puede almacenar mucho más calor que la atmósfera. En concreto, los últimos datos apuntan a que las profundidades del mar alrededor de la Antártida almacenan energía térmica en una cantidad que equivale a calentar el aire sobre el continente en 400 grados.
Los datos
Para llevar a cabo el estudio, se colocaron instrumentos en la zona alrededor de este glaciar y de su barrera de hielo. Getz tiene una sección flotante de entre 300 y 800 metros de espesor, bajo la que hay agua de mar que se conecta en el océano más allá.
Además, el glaciar culmina con un borde vertical y con una pared de hielo que continúa con entre 300 y 400 metros hacia el océano. Bajo este borde, el agua del mar fluye hacia el continente y el hielo más profundo situado más hacia el sur.
Al estudiar los datos de la medición de los instrumentos situados, los investigadores observaron que las corrientes oceánicas están bloqueadas por el borde de hielo. Esto actúa como una barrera que limita la medida en la que el agua tibia puede llegar al continente.
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La situación en la Antártida es una de las principales preocupaciones por los efectos que está teniendo el cambio climático. Sin embargo, cabe albergar algo de esperanza a raíz de un nuevo estudio que pone de manifiesto que, precisamente, los muros de hielo antárticos actúan como protectores del clima, siendo además decisivos esta función.