¿Se podrá alimentar a una población de 9.000 millones de personas?


Ésa es la población estimada para 2050: 9.000 millones de personas. ¿Cómo alimentar a todos cuando no somos capaces de hacerlo ahora, con miles de millones de personas menos y cuando los efectos del cambio climático empeorarán? Por supuesto, se puede argüir que es una cuestión de reparto: hay alimentos para todos, sólo hay que repartirlo entre todos. Pero eso es simplificar el problema hasta la utopía. Mejor será enfrentarse al mundo como funciona. Y funciona mediante un sistema capitalista en el que la especulación, también en alimentos básicos, está a la orden del día.

Según un reciente estudio, los alimentos básicos duplicarán su precio de aquí a 2050. La causa principal será el cambio climático: temperaturas extremas, inundaciones, sequías… También habrá más plagas porque los insecticidas tendrán menos efectividad.

Los expertos analizan el problema, avisan de las consecuencias, pero son los políticos, las empresas y los inversores los que pueden llevar a cabo acciones para solucionar el problema. Como siempre, la peor parte se la llevarán los más desfavorecidos, los más pobres, los países en vías de desarrollo.

Según un estudio elaborado por CGIAR (Consultative Group on International Agricultural Research), una organización que lucha por reducir la pobreza rural, incrementando la seguridad alimentaria y la salud a través de recursos naturales, la producción de alimentos tendrá que aumentar un 60% para el año 2050 para mantener el ritmo de crecimiento previsto de la población mundial. Para esta institución, el cambio climático es el factor que más hay que tener en cuenta.

Adaptarse al cambio climático será clave


Para los expertos del CGIAR, el problema no es tanto la cantidad de alimentos que se producen, sino la vulnerabilidad de los miles de millones de personas que no pueden acceder a esos alimentos, que serán los más afectados por el cambio climático. La clave es la adaptación. Quince instituciones de investigación internacional participan en el desarrollo de cultivos apoyados por el CGIAR.

Pero no sólo los países pobres sufrirán las consecuencias del cambio climático. También países ricos como Estados Unidos, cuya economía agrícola va a sufrir cambios drásticos en las próximas tres décadas: las altas temperaturas devastarán los cultivos, según un informe del US National Climate Assessment, algo que afectará a los precios de los alimentos en todo el mundo.

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