No nos dicen nada nuevo, realmente, pero éstas son cosas que conviene machacar para propiciar medidas que detengan la que se nos viene encima. No, no exagero. Ni lo más mínimo, porque hay amplio consenso científico en afirmar que el cambio climático aumentará el hambre en el mundo de un modo alarmante. En esta ocasión, nos lo dice con ánimo concienciador un trabajo publicado hoy por dos profesoras del departamento de Estructura Econónica y Economía del Desarrollo de la Universidad Autónoma de Madrid.
El trabajo se llama Cambio climático y alimentación, y se ha presentado dentro de la campaña Derecho a la alimentación. URGENTE, en el que participan las ONGs Prosalus, Cáritas, Ongawa, Ayuda en Acción y Acción contra el Hambre.
El titular más impactante de la presentación del informe podría ser éste: «el cambio climático aumentará el precio de los alimentos y la desnutrición en todo el planeta», tal y como ha denunciado el coordinador de la campaña, José María Medina, quien no ha olvidado señalar a las naciones desarrolladas como los grandes causantes de la situación, que acaban padeciendo los habitantes de las regiones más pobres del mundo.
«Los países industrializados tienen que convencerse de que con sus emisiones de gases de efecto invernadero están contribuyendo a una violación de los derechos humanos, porque el cambio climático afecta a derechos básicos como el derecho al agua, a unos alimentos nutritivos o a elegir el lugar donde uno quiere vivir», ha dicho.
Por su parte, las autoras recordado que el cambio climático traerá problemas de seguridad global por el brutal aumento de desplazados y refugiados previsto, siendo los pequeños campesinos, as mujeres y los niños los más perjudicados. Y, por supuesto, se ha exigido un desarrollo sostenible a nivel mundial. Río + 20 sería una oportunidad de oro para establecer metas concretas, pero ya desde el primer día de celebración sabemos tampoco es muy confiable, que digamos.