La variación de dióxido de carbono (CO2) y la temperatura en el hielo de la Antártida puede explicar la glaciación que ocurrió en el Pleistoceno, un fenómeno que, aún en la actualidad, puede estar influyendo en el clima actual. La importancia de las emisiones de CO2 en la producción de los grandes cambios climáticos (como las glaciaciones) aún se discute.
Los científicos, en todo caso, sospechan que el CO2 fue el que originó el calentamiento del planeta que terminó con la última edad de hielo, hace entre 10.000 y 20.000 años. Hasta ahora, el papel del dióxido de carbono (CO2) en el fin de la última glaciación no estaba claro. Sin embargo, se han encontrado muestras de hielo en la Antártida en las que se ha observado que el aumento de temperaturas precedió a la concentración de CO2. Así lo afirma Jeremy Shakun, del departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Harvard y responsable de esa investigación.
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